Vistas de página en total

Mejillas

Lo de poner la otra mejilla no es muy mío; aunque creo que, inconscientemente, sí...
Soy mucho de estrellarme contra los mismos muros una y otra vez, haciendo gala de mi cualidad de ser humano... Y esos muros a los que me refiero son en los que se encuentran los ideales de uno: la amistad, la fidelidad, la sensibilidad, la implicación, ...
En las tareas más banales, como la compra, la casa, rutinas del trabajo, ..., esto no es aplicable, claro... Bueno, no debe serlo, porque, en ese caso, vete tú a saber adónde estaría yo...
Es aplicable a cosas más profundas: me niego una y otra vez a desprenderme de aquél amigo, a asumir que un vagabundo pueda estar días tirado y comido de mierda mientras le rodean las bolsas de los viandantes, con iconos triangulares, verdes y negros, a que se premie a quien no se merece, a bailarle el agua a quien nunca debería serle bailada.
Realmente, pienso que hay temas para los que deberíamos de tener centenares de mejillas, como los de más arriba.
En mi vida he pasado unas 4 ó 5 veces por períodos algo oscuros en cuanto a lo emocional; baches de esos que, de forma inevitable nos tenemos que encontrar en este paseito terrenal que hemos tenido la inmensa suerte de vivir...
En ellas siempre ha habido gente que se ha destacado para bien y para mal... A veces, incluso los mismos...
No quiero desprenderme de ninguno de ellos, del todo.
Puede parecer superficial o interesado, sí, y quizá lo sea... Pero el cabrón que sentías ser tu amigo y ni te llamó para aquello tan gordo que te pasó puede ser el mejor compañero de una salidita por la calle Betis, de una buena charla hablando de ciudades que alguno de los dos visitó hace tiempo, de un cable que te pueda echar en cierto sentido, de ser visto por mi hija, porque se divierten mucho juntos...
Mejillas a mí...
La cuestión, como decía no sé cuál de los 4 evangelistas, no es tener más o menos mejillas, sino el hecho o no de ponerla...
Bueno, ahora, desde el consciente (aunque pico billete para el trabajo en 15 minutos y va a ser la ducha quien me acabe de despertar...), corrijo: tengo muchas mejillas, muchas; pero tengo que aprender más a seleccionar a quién ofrecérselas...
Esa es la clave.
Esa es La Cosa...
En fin...

1 comentario:

  1. bueno, me atrevo a escribir aqui pq mucho d lo escribes me toca la fibra, como s suele decir, pero el rema de las mejillas....uf, eso hace relativamnte poco q ya no me afecta o mas bien he parendido a q me afecte lo preciso. concretamente, quiero hablar d la amistad. lo tengo claro, me niego a poner mi otra mejilla a aquellos q suficientemnte claro me han demostrado q no la merecen. si ellos son capaces d dañarte o aún peor, hacer q cambies algo d ti, si son capaces d no estar contingo en momentos muy importates d ti, si te demuestran q no son capaces d hablar las cosas, dialogar, respetar,... y con ello te estan demostrando q les importas un bledo. entonces yo automaticamente, y como siempre digo, los borro d mi agenda. me refiero con esto a q aunque me duela, los saco d ese rinconcito q tenia para ellos en mi corazon. duele? pues claro q duele pero no pongo mi mejilla. la vida me esta enseñando a ser feliz y se q eso se consigue al lado s aquellos q nunca te pediran q pongas la.mejilla. la amistad verdadera la cuento con los dedos d mi mano. unas son amistades d siempre y otras se van formando pokito a poco. mi familia es la q hoy dia me llena.los rinconcitos d mi corazon q en algun momento alguien perdio. siempre recuerdo a mi madre cuando ya d muy niña me decía: inma hija, ya iras aprediendo los desengaños q te llevaras en esta vida. y no se ha equivocado, no.
    en fin, y copiandote, las cosas......
    inma barba

    ResponderEliminar